9.11.11
Volver a casa
Quedamos en un bar. A la hora acordada va llegando la gente. Cada cual se quita el abrigo, se sienta, pide algo. Sientes que estás en casa. Todos sonríen incluso cuando minutos antes quizá no lo hacían. Confirmas que qué bien, qué gusto, qué sensación tan de parchís, de estar en seguro o a las puertas de casa. Cada unidad familiar se congrega junto a las demás. Superhéroes planeando en torno a una cerveza, jamón regular, pan excelente y buenas historias. Risas. Pagamos a escote y lo del jamón nos lo tomamos a pecho. Pero que rico el pan, ciertamente. Salimos. Besos, adioses, tú a Boston y yo a California. La vida a veces es un anuncio de cerveza.
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3 comentarios:
Bienvenida!
En nuestro caso, tenemos la asombrosa suerte de que la vida es muchas veces un anuncio de cerveza. Mi panza da fe.
:-P
La mia también da mucha fe...
juju
yo soy oblonga-culpa vuestra.
:)
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