26.11.08

Mary cocodrile

Mary cocodrile es ilustradora. Ayer fuimos a una expo de sus dibus en el centro cívico de las Corts. Es curioso, cuando vi sus últimos dibujos pensé: "vaya, son más amargos, más duros, se nos hace mayor esta lady cocodrile". Pero no, Mary es la misma solo que sus últimos dibujos nos cuentan la historia de mujeres del barrio de las Corts, 19 historias de mujeres excepcionales que han sido recogidas en un libro. Un libro que ilustra Mary Guitart, Mary Cocodrile y que se presentó ayer. Dibujos emotivos, sencillos, delicados pero llenos de fuerza, rotundos, sutiles y elegantes. Como es ella. Noble, divertida, valiente, naïf. Pequeñita pero matona. We love Mary, nuestra Mary Cocodrile.



17.11.08

La cueva de los nadadores












Relax



Entrando en la recta final de las mundanzas de mi progenitora. He de respirar y aspirar al zen como medio de supervivencia. Sé que habrá momentos en los que sufriré el síndrome Apolo XIII y que como Kevin Bacon tendré que poner un post-it con la palabra " NO" en el botón de " Eject". Pero también sé que si aguanto la respiración el tiempo suficiente valdrá la pena. Siempre ha sido así. Quiero enfocar esta recta final cargada de buen rollo, con los tanques a tope de entusiasmo, porque me va a hacer falta para no perder la cabeza, los nervios y la confianza en que esta decisión sea la acertada, la posibilidad de desterrar una gran parte de la tristeza cotidiana para siempre. Y la Navidad está al caer! Buff.

12.11.08

143. Soy vertical


Soy vertical
pero preferiría ser horizontal. Yo
no soy un árbol enraizado en la tierra,
absorbiendo minerales y amor materno
para rebrotar esplendoroso cada mes de marzo,
ni tampoco la belleza del arriate del jardín
que deja boquiabierto a todo el mundo y a la que
todo el mundo quiere pintar maravillosamente,
ignorando que muy pronto se deshojará.

Comparado conmigo, un árbol es inmortal,
un racimo de flores, más bajo, aunque más llamativo, y yo anhelo la longevidad de uno y la osadía del otro.

Esta noche, bajo la luz infinitesimal de los astros,
los árboles y las flores han estado esparciendo sus aromas frescos. Yo paseo entre ellos, aunque no se percaten de mi presencia.

A veces pienso cuando duermo
- es cuando más me parezco a ellos-
desvanecidos ya los pensamientos,
en mí, al estar tendida, es algo connatural.

Entonces el cielo y yo conversamos abiertamente.
Y seguro que seré más útil cuando al fin me tienda para siempre:
Entonces quizás los árboles me toquen por una vez,
y las flores, finalmente, tengan tiempo para mí.


28 de marzo de 1961, Syvia Plath.

Sylvia Plath. Poesía completa

Esta tarde, de camino a mi última clase de mkt editorial, he pasado por la FNAC. No está el horno para bollos ni el banco para euros pero llovía y buscaba algo de compensación inmediata. A veces, me refugio en una librería como el que se inyecta una película romántica buscando arrancar de la historia de los personajes una esperanza, un recuerdo, un sueño. Lo reconozco: hay días que solo voy a los libros para mirar, para comprobar que siguen ahí, para ver si , por causalidad, me cruzo con uno que me salva la tarde. Compensación. La necesidad de amparo.

Esperaba encontrar Cartas a Lou pero no estaba. He encontrado un libro de Chesterton sobre la literatura y la locura que parecía interesante ( 10€) y lo tenía en la mano cuando he visto escondido entre otros la poesía completa de Sylvia Plath. Ya sabía de este libro, ya lo deseaba, pero prometo que el segundo antes de verlo me había olvidado por completo de su existencia. Lo siguiente ha sido soltar el de Chesterton y agarrarme al de Plath sin poder remediarlo (28€).
Es curioso, hasta hace unos días no había leído nada de esta autora y, sin embargo, sentí una necesidad urgente de hacerme con el libro.

La edición es extraña: 697 páginas abigarradas de poemas y de notas a los poemas. Desentrañado el misterio de una cubierta que a duras penas encaja en el diseño de Bartleby: es del traductor. Y aún no sé, porque no he tenido ocasión de leerlo, si se trata de alguien prescindible. La primera impresión es la de que era esto o nada. El pack completo con la traducción, las notas, la cubierta o la imposibilidad de llevar a término por la editorial semejante edición. Se nota la desperación de sus editores ampliando y reduciendo cuerpos de letra con la intención de hacer que todo ocupe el menor número de páginas posiblen y no por desdén sino por la terrorífica extensión de la obra. Con todo, creo que merecerá la pena. Ay.

Casa tomada


Instalada en la única butaca de mi nuevo salón contemplo el resto de la casa. Sentimientos encontrados. Desazón general. Habitaciones, recorridos, rutas en zig-zag o en linea recta. Ha llegado el plural a mi entorno y estoy desbordada. Las cajas de libros entreabren su boca como pelícanos buscando la lluvia. Los libros se delizan sigilosos por la noche rapelando por el cartón hasta llegar al suelo. La casa está tomada. Me quedo allí y no me muevo. Descuelgo el teléfono y ya tengo linea!!!! como en un bingo y comienzo a dar de alta y baja gas, luz y agua. Pero no parece que vaya a acabar nunca. Esto no parece que vaya a acabar nunca. Y empiezo a estar muy cansada. La casa está tomada. My roof is on fire. Ay.

7.11.08

Cartas a Lou

Niza, 28 de septiembre de 1914

Después de haberle dicho esta mañana que la amaba, querida compañera de la velada de ayer, me da menos reparo escribírselo ahora.
Ya me lo había parecido desde el almuerzo en la vieja Niza, donde sus grandes y bellos ojos de cierva me turbaron tanto que me fui lo antes posible para evitar el vértigo que me causaban.
Es aquella mirada la que prevalece en mi memoria, más que sus ojos de esta última noche, de los que recuerdo sobre todo la forma, no la mirada.
De esta noche bendita guardo ante todo el recuerdo de la imagen del arco tenso de una boca entreabierta de niña, una boca fresca y risueña que profería las cosas más razonables y espirituales con un timbre de voz tan encantador que, con el miedo y la desazón en que nos sumen los deseos imposibles, pensaba que, al lado de una Louise como usted, habría querido ser el Taciturno.
¡Ojalá pueda volver a oír la voz que inspira con su encanto fantasías tan maravillosas!
Transcurridas apenas veinticuatro horas, ya me abate y me exalta el amor en movimiento pendular, tan hondo y tan alto que me pregunto si habré amado hasta ahora alguna vez.
Y la amo con un estremecimiento tan deliciosamente puro que cada vez que imagino su sonrisa, su voz, su mirada tierna y burlona, creo que me acompañará siempre, aunque nunca vuelva a verla en persona, su grata imagen impregnada en mi cerebro.
Como verá, sin querer he tomado precauciones de desesperado, porque tras un minuto vertiginoso de esperanza sólo anhelo que permita a un poeta que la ama más que a su propia vida elegirla como su dama y proclamarse, querida compañera de anoche cuyas manos adorables beso, su servidor apasionado,

GUILLAUME APOLLINAIRE

6.11.08

El segundo presidente negro

El mundo entero celebra el triunfo del primer presidente negro de EE. UU. ¿El mundo entero? No. En esa aldea gala que es mi cerebro, aún persiste el recuerdo de otro presidente negro, el mismisimo Lyndon B. Johnson, a quien caprichosamente cambié de étnia hace ya mucho tiempo en una galaxia muyyy lejana y preadolescente. Durante algún tiempo y en silencio, el presidente que siguió a Kennedy fue un afroamericano llamado Lyndon B. Johnson.

Fue mi padre quien me sacó de mi error. No sé como acabamos hablando de eso. Supongo que es el tipo de cosas de las que nos rescatan nuestros mayores:
" Cariño, cómete la sopa. No hables con extraños. No cojas caramelos en la puerta del colegio y cariño, atiende... lechoncete, Lyndon B. Johnson no era negro!!! ".

Por eso, cuando ayer supe de la victoria de Obama, no pude mirar para otro lado y sumarme a la alegría del pueblo afroamericano así, alegremente, como si nada, celebrando la victoria del primer presidente negro o casi, ignorando el hecho de que en algún momento de mi vida, exisitió otro presidente negro que ya era americano y ya había llevado a su país a un nivel superior de madurez política. Quizá ahora podamos porque siempre pudimos o puede que la cigüeña que me trajo al mundo sobrevolara antes el nido del cuco.
Quién sabe.

Ay.

4.11.08

Muda nueva


Siempre hay que llevar al menos una muda cuando se va de viaje. Yo soy fatal haciendo maletas pero no se me dan tan mal las mudanzas. La última duró 72 largas horas. Pero al fin soy libre!!! Se acabaron las noches de cacería, el decubrimiento de nuevas especies urbanas o las riadas-monzón en la cocina, se acabaron los plomos acróbatas o pasar tres semanas como una amish viviendo a la luz de un farol.

Ahora tengo una casa más grande, ¡con habitaciones!, juego al escondite conmigo misma y elijo en que cajón guardar la ropa. He ordenado los bolsos por colores. Mi casa es blanca, aún huele a pintura, y no celebraremos elecciones. Y ahora que he descubierto que si la llave del gas está abierta va en el mismo sentido que el tubo del gas, no volveré a cerrarla creyendo abrirla y quedar triste y llorosa porque no sale agua caliente. Hay que cambiar de muda puntualmente, renovarse o morir dije otras veces. ¿ Y qué pasa con Marcello? Pues que no viene. Marcello no está en condiciones para viajar, está en Galicia, mar adentro... Ay.