23.9.13

La mala hora.



Pienso, inevitablemente, en mi padre, en qué diría, qué haría, qué pasaría si hoy levantara la cabeza y viera esto que me pasa, este suma y sigue que me agota, que me vence, que está pudiendo conmigo. Porque todo hasta tú mismo polvo fuiste y en estas estamos. Y siento vergüenza porque me siento manca y triste, impotente, pequeña, diminuta. Porque todo es más difícil, yo soy más difícil, y solo la química me aguanta. Hasta cuando podré seguir abusando de la infinita paciencia de los que están de este lado de la vida. Dime papá, o tú, Chus, porque quizá vosotros ya sepáis algo, ya os hayan revelado de que va este perverso juego. qué sentido tiene toda esta ruina, esta catástrofe; decidme por qué no os dejan permanecer un poco más a mi lado, por qué no os dan un día de permiso entre los vivos para que pueda abrazaros, que pueda deciros que ese del foso está siendo malo conmigo; para que pudierais estar aquí y echarme a un lado y tomar cartas en el asunto. Qué sentido tiene pasar por todo esto. Por qué mamá, allá al fondo no puede sino preocuparse o elegir entre evasión o victoria. Por qué me he quedado aquí, de este lado en que no estáis, por qué así, de este modo, sin que me alcancen las manos ni las piernas, con los pulmones de un niño de cuatro años y esta sucia nube tóxica que me sube por el patio.

Y luego sí, será una alegría de 60 mg, provocar a unas cuantas endorfinas, volver yo misma a ponerme la máscara, y seguir aquí, a oscuras, porque la cara oculta de la luna se proyecta sobre mi mala sombra y bueno, en fín, ya saben, sí, sí, eso de ahí es un cadáver, pero ya está, disuélvanse, por favor: aquí ya no hay nada que ver.


31.8.13

Cada vez me hace más falta, padre Karras.



Finalmente había encontrado una casa, colgado unos cuantos cuadros en las paredes, me comprometí incluso con el espacio que habitaba, Pero ahora todo eso se tambalea. Vuelvo a una casa que parece menos buena que antes, menos hogar, menos refugio. Regreso a una casa triste que ha perdido su encanto. Y me canso. Me canso de intentar que todo mejore, que yo mejore, que la vida por fin se enderece y encuentre su rumbo. Estoy harta de patrullar por las noches, de esta vida de superheroina siempre pendiente de la luz que se proyecta en la ventana o en el techo de la habitación. Harta de ponerme la capa y saltar por la ventana y a ver qué coño pasa ahora. Y eso que he puesto la casa patas arriba pero nada, ni rastro de piedrecitas verdes, restos de Cripton. A veces el gato las encuentra en el patio y las esconde por la casa. Me doy cuenta porque cuando lo hace me siento más tristona, más floja. No es nada que no se pueda arreglar con una rutinaria limpieza general. Pero esta vez no, esta vez es como si un moco verde cubriera las paredes, la estructura y volviese pesados mis pasos y mi ánimo. Y sí, siempre queda la esperanza de que si volviera a Cripton igual podría volver a intentarlo... o incluso podría mudarme a otro planeta en esta misma constelación. Pero no es fácil. Una persona de mi condición necesita un ventanal para emergencias, luz, un lugar para instalar la cueva que me permita organizar mis asuntos, armario para los trajes... Demasiado equipaje para llevar una vida nómada. Y llega un momento en que un clavo ardiendo parece un oasis.
[Cada vez me hace más falta, padre Karras.]

12.8.13

Abandonar al Minotauro

Cerró la puerta con violencia, como si deseara que al volver abrirla la imagen de aquel necio al otro lado hubiera desaparecido para siempre. Peor fue lo que ocurrió después. La casa lloró y ella lloró y ambas casa y mujer se quebraron sin remedio.
Ahora el Minotauro resopla bajo la ventana y el sonido de su sola respiración la arranca del sueño. No estar en el laberinto sino compartir tabique con el laberinto. Dormir sobre el violento. Oír su risa elevarse desde el foso  en que se esconde esa bestia, ese cerdo dumiente en su piara impoluta. Sentir miedo. Mi casa tomada a partir de mi casa. Una violencia trasparente, un espino invisible que limita mis movimientos y entrecorta mi respiración. 

Pero el laberinto está ahí fuera y no hay Teseo que valga, que me libere, que ya me sirvo yo sola (y no lo estoy) para dejar atrás al minotauro rumiando su miseria en su casa sin alas. 

9.6.13

Coartadas



Claro que tengo ganas de llorar a veces, pero ¿de qué serviría?. Soy consciente de que uno deja cadáveres por el camino pero de nada sirve hacer inventario de las bajas.  Me basta con permanecer en silencio y esperar a la lluvia.

28.5.13

Volver, volver, volver

 No hay quien pueda, 
no hay quien pueda
con la gente marinera

(canción tradicional asturiana)

Detrás de cada puerta una fiesta sorpresa, un cumpleaños. Qué bien verte tan bien, hacía tiempo, cuántas ganas. Hagamos esto y aquello. ¿Qué tal sí...? Y hacer esto, aquello y sí, sí, SÍÍÍÍÍÍÍ... pero qué bien lo de más allá. Amago de tormenta but sunny days. Sólo una mañana de lágrimas de pura nostalgia porque no están y por qué no están y buaaaa, buaaa, quiero que estén y no estarán. Y luego más sol, y más risas y más cariños. Y una muela que decidida a fundirme voluntad y conciencia se neutraliza "malament" con un poco de aquí, otropoco de allá 600 mg. Ya en Barcelona, Marcello me recibe cariñoso y musical subiendo a la máxima potencia su ronroneo gatuno. Suena el teléfono, El Dr. Pizarro me espera mañana con el torno en su consulta y yo me siento la señorita Amapola, lindísima Amapola de El Cluedo con mi muela en un ay. Ay.

23.5.13

Día necio



Tengo el día necio. Todo me turba, todo me espanta. Todo se disloca, todo se distorsiona. Será la muela que sigue aquí, los antibióticos, esta extraña forma de vida que me desborda ahora que no traumo luego existo. Pienso en hacer las maletas, abandonar este lugar definitivamente e irme con la música a otra parte. No escribo, aquí no escribo y parece que el daño es irreparable. Quizá sea eso, que la cicatriz no va a desaparecer nunca. El delirio, la montaña rusa. Tengo el día necio, ya lo he dicho. No me creo, me transformo, todo pasa muy deprisa y son 38 años de muerte lenta, de pena boba. Me voy al norte, a mi tierra roja de Tara, al Sur yanky y sus costumbres, allí que me traen de cabeza, el gato al agua... Regreso a Tara y cargo las pilas, me emociono, me centro, me arranco la muela y la tiro al mar.
Tanta vida me agota, tanto sol, tanto bueno. Necesito un poco de infierno y nubes negras. Soy una yonki irrecuperable y guardo algunas tempestades en un tarro de café. Me dirán que mi pelo, que mi ropa, que tan gorda... y volveré al avión, a casa, a Marcello, y la vida aquí será maravillosa, mía, cierta, oblonga, con mis "ellos" a los que quiero tanto, mi ejército de salvación, el seat belt al que me abrazo cada día por la meva securetat.

4.5.13

Necesitas un arma, Colombina



No estás en lo que celebras,
 ni en los cuerpos
que invades cada noche.
En cada oasis bebes
 hasta hartarte.

Le has dado tu número
al Becerro de Oro,
y ni siquiera contemplas
esperar a que llame.

Y aunque no sabes usarla 
necesitas un arma, Colombina, 
para marcar las muescas,
apuntarte los tantos,
comerte veinte,
contar casi cuarenta 
y seguir devorando. 



28.4.13

The wonderful wizard of Oz





El mundo era un océano amarillo
Donde yo jugaba a caminar sobre el agua.

Hoy sé que Oz no existe.

Hoy, que de tanto chocar
se han roto mis zapatos,
que sigo aquí,
que aún
no he vuelto
                                   a casa.    

27.4.13

Nadar y guardar la ropa

Resulta sacrílego ser feliz en un día de lluvia.
Aguacero de besos tristes, agónicos,
certeza de la ausencia,
pena por la ausencia.
Cuando después de nadar
no te roban la ropa.
La última gota cae en el suelo,
hace charco.
Resulta sacrílego ser feliz en un día de lluvia
pero que herejía más dulce es reír bajo el agua.

C.

16.4.13

Ceci n'est pas une Plath



Durante meses este había dejado de ser un lugar seguro. Decidida a callar para no convertirme en esclava de mis propios pensamientos he permanecido en silencio. Todo está cambiando. Todo es nuevo. Todo es mejor. El horizonte es infinito, lo sé ahora que no le doy la espalda. El futuro existe y yo también tengo uno. Aparezco hoy aquí frente a una orilla imaginaria y, como en un ritual vikingo, digo adiós a los cadáveres que, a lo lejos, arden entre llamas.

28.3.13

Rapunzel reloaded

No me jodas, Rapunzel. Lo tuyo no estaba nada mal. Vale, encerrada en una torre sin una mísera conexión wifi igual era un coñazo pero vamos... el resto lo querría yo para mí. Porque vamos a ver: en un 99% de los casos siempre había un caballero por la zona (de valentía contrastada y proporcional a la suciedad que traía consigo), rondando por las inmediaciones del castillo. Un tipo con el suficiente interés como para superar, ahí es nada, un foso con cocodrilos, una puerta que sólo levantaban unas tremendas poleas que necesitaban de cuatro machotes bien fornidos como para dejar pasar a nadie así, para echar un vistazo y ver que se cuece. Un allimecoléyentufiestameplante.com Vamos, que a ese ¡ángel!, que además viene hambriento de sexo después de meses sin catallo, poca broma, no sé, Rapunzel, chata, me parece a mí que igual eras un poquito moñitas. Tiras las trenzas y a esperar y mira, coges morenito en la cara. Y el resto ... ¡YA LO HACE ÉL!
No quedan hombres así.
ayseñorllévamepronto.com

21.3.13

GAFAS ESPECIALES by Billy Collins

Tuve que pedir que me las trajeran
porque no las tienen en ninguna tienda.
Son iguales que cualquier otro par de gafas de sol
con un ligero tintado y montura plateada,
pero en vez de filtrar los rayos
nocivos del sol,
filtran la nociva vista de tu presencia-
tú acercándote,
tú esperando en mi parada de autobús,
tú, ese rostro en la ventana de la tarde.
Me las pongo todas las mañanas
y salgo por la puerta pequeña
silbando una melodía de agradecimiento a mi nariz
y mis orejas por sujetarlas en su sitio, sólo por eso,
cantando una canción de gratitud
para el mecánico de los cristales
que permiten que todo penetre, todo menos tú.
Cómo notan la diferencia
entre los verdes arbustos, los muros de piedra,
y tú, escapa a mi imaginación,
sin embargo las luces de los autobuses escolares bajo la lluvia
sí que penetran, así como el cartero cuando saluda con la mano
y la perra del vecino con su cachorra,
y también está la tetera
a punto de tocar su acorde-+
todo fluyendo hacia dentro menos tú, niña.
Sí, igual que el aire de la noche atraviesa la puerta corredera,
pero no el mosquito,
y el agua baja como remolino por el desagüe,
pero no la cáscara de huevo,
así atraviesan mis gafas especiales
la parra que crece y la luna, pero no tú.
Dejémoslo así, me digo a mi mismo,
cuando coloco mis gafas especiales en la mesilla de noche,
tiro del cordón de la lámpara,
y rezo una plegaria -a diferencia de la canción-
que dice que no te veré ni en mis sueños.

Billy Collins.




7.2.13

La señora de Karras


Antes del exorcismo, la niña pensaba que lo normal era dormir a salto de mata, la baba verde, subir las escaleras del revés y a cuatro patas. Antes del exorcismo ni siquiera se preguntaba si era anormal aquel consumo desatado de lejía, si había un remedio para sus contracturas, su pertinaz picor de garganta y, muy especialmente, aquel sentimiento de rabia. Entonces conoció al padre Karras y le negó y le negó, le vomitó y  le maldijo, pero él, que no era un tipo impresionable, se mantuvo a su lado y así, muy poco a poco, ella entendió que su vida podía cambiar y dar un giro indoloro y para siempre de 180º.

2.2.13

GIRONDO


Poema 12
Se miran, se presienten, se desean,
se acarician, se besan, se desnudan,
se respiran, se acuestan, se olfatean,
se penetran, se chupan, se demudan,
se adormecen, despiertan, se iluminan,
se codician, se palpan, se fascinan,
se mastican, se gustan, se babean,
se confunden, se acoplan, se disgregan,
se aletargan, fallecen, se reintegran,
se distienden, se enarcan, se menean,
se retuercen, se estiran, se caldean,
se estrangulan, se aprietan, se estremecen,
se tantean, se juntan, desfallecen,
se repelen, se enervan, se apetecen,
se acometen, se enlazan, se entrechocan,
se agazapan, se apresan, se dislocan,
se perforan, se incrustan, se acribillan,
se remachan, se injertan, se atornillan,
se desmayan, reviven, resplandecen,
se contemplan, se inflaman, se enloquecen,
se derriten, se sueldan, se calcinan,
se desgarran, se muerden, se asesinan,
resucitan, se buscan, se refriegan,
se rehuyen, se evaden y se entregan.