20.10.10

Fiasco

Aciago día. Ayer fui a mi casa. El papel pintado había encogido y tendré que hacer recortes. Coloqué el armario de tres cuerpos y me cargué la lámpara pop que me regaló mi hermano (culpa de la lámpara que no se quiso quitar). Me di cuenta de que no sé cuando encontraré el momento para degustar unos kiwis en conserva que se han colado en un viaje en carrito. Las cajas avanzan poco a poco. He decidido contratar a un pintor para el pasillo y la habitación grande. Los demás tienen razón, una vez haga el traslado ya no tendré fuerzas para más. De hecho tengo fuerzas para poco más. Suerte que esta noche he podido descansar y me siento con fuerzas renovadas aunque me empieza a costar más no perder los nervios. Las cosas de Maremeva abandonan (nueva fecha) el edicificio este viernes. Las mías, el domingo. TEndré una semana para los restos de serie que siempre quedan.

En cualquier momento lanzaré un grito de socorro.

Hoy será otro día y mañana otro más.

Empiezo a tener ganas de que el trabajo más pesado termine. Y temo las complicaciones de última hora.

C.

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