10.6.09

El tío Benigno

Yo querría tener un tío que se llamara Benigno. Tengo un tío que se llama Félix, que podría ser motivo de alegría en latín, pero ningún Benigno. Será por aquello de los orígenes celtas que ignoran la tradición nominal más serrana.
Si tuviera un tío que se llamara Benigno, podría utilizar su nombre a modo de oasis. Podría llamar a su casa y preguntar: " ¿Está Benigno?" y sentirme mucho mejor al escuchar " Sí, si, Benigno. Ahora se pone" El tío Beni sería mi placebo sopinstant. Pero si uno no tiene un tío que se llame Benigno, y tiene que esperar el resultado de una biopsia( de quién sea), que es al estado del ánimo lo mismo que una sobredosis de coles de bruselas, solo se me ocurre tirar del placebo universal por excelencia, la cerveza, que como la coca-cola lo mismo sirve para un roto que para un descosido.
Así que no sé cómo me lo voy a montar porque como sólo tengo un tío que se llama Félix, voy a tener que llamar a su casa y preguntar por él. Se me ocurre que quizá funcione si lo intento en latín: "Habemus felix?" "Habemus, habemus" Y yo con mi sonrisa recién estrenada ya me sentiré mejor: "Tío Félix, que si te vienes a tomar una cerveza. ¿Sí? "
Bonen, bonen.

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