Por tu verbo agreste de buena mañana, imaginaba tu nombre para nombrar un bazooka. Y despúes me he perdido de camino al trabajo. Dos autobuses en la misma parada: el mío, el 67 y el de otro, el 54. He visto el primero y me he subido al segundo. Durante el trayecto iba leyendo confiada.
Duraba el trayecto y aquello parecía más la ruta del 66. Y cuando he querido reaccionar me encontraba ya en una calle llamada Can Bruixa, pensando que más despistada no se puede y que quien me mandaría a mí salir de casa sin apenas dormir, así, de buena mañana. Algo genial tendré que hacer para compensar semejante torpeza (aunque dice el Subalterno que quizá lo divertido sea justo eso, el haberme perdido justo así, de buena mañana). Ay.
1 comentario:
A mí 67 también me parece un buen complemento de nombre para una arma, -67...
Un beso enorme
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