MI HIJA Y LA TARTA DE MANZANA
Me sirve un trozo
recién sacada del horno. Al realizar el corte
sale un ligero vapor. El azúcar y las especias-
canela- quemados en la corteza.
Pero lleva gafas oscuras
en la cocina a las diez
de la mañana - todo tan sutil-
mientras me observa tomar
un bocado, acercarlo a la boca
y soplar. La cocina de mi hija,
invierno. Pincho el trozo de tarta
y me digo a mi mismo que no debo meterme.
Ella dice que le ama. No
podía ser peor.
R. Carver, Todos nosotros. Barleby
recién sacada del horno. Al realizar el corte
sale un ligero vapor. El azúcar y las especias-
canela- quemados en la corteza.
Pero lleva gafas oscuras
en la cocina a las diez
de la mañana - todo tan sutil-
mientras me observa tomar
un bocado, acercarlo a la boca
y soplar. La cocina de mi hija,
invierno. Pincho el trozo de tarta
y me digo a mi mismo que no debo meterme.
Ella dice que le ama. No
podía ser peor.
R. Carver, Todos nosotros. Barleby
PUNTUALMENTE
Un piso por debajo,
una mujer joven
da una bofetada a su hijo
cada media hora.
Por eso
he vendido el reloj
y, con los cigarrillos contados
al lado,
confío plenamente
en la severa mano
de abajo;
mi tiempo está controlado.
Lírico botín. Günter Grass
Gancho y Directo. Carver y Grass. Tremendo salto. Y dos poemas que quitan la respiración. Mejor Carver.
1 comentario:
Desde luego, Carver. El de Grass me parece un jeu d´esprit. Un gran gran beso
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