" Todavía había tiroteos en la calle de l'Odeon, y ya empezábamos a estar hartos de los alemanes, cuando un día subió por una calle una hilera de jeeps y se detuvieron frente a mi casa. Oí una voz que gritaba: "¡ Sylvia!". Y todo el mundo en la calle empezó a gritar "¡ Sylvia!".
" Es Hemingway! ¡ Es Hemingway!, gritó Adrienne. Bajé corriendo y chocamos. Me cogió, me hizo dar varias vueltas en el aire y me besó, mientras la gente que estaba en la calle y las ventanas nos vitoreaba.
Subimos al apartamento de Adrienne e hicimos sentar a Hemingway. LLevaba el uniforme de campaña sucio y ensangrentado. Dejó su metralleta en el suelo con un sonido seco y metálico. Le pidió a Adrienne un poco de jabón y ella le dio el último trozo que le quedaba.
Quería saber si podía hacer algo por nosotras. Le preguntamos si podía reducir a los nazis que aún permanecían en los tejados de las casas, sobre todo en el de la casa de Adrienne. Hizo bajar a su compañía de los jeeps y llevó a los hombres a los tejados. Por última vez oímos disparos en la calle de l'Odéon. Hemingway y sus hombres descendieron la calle de nuevo y se alejaron de sus jeeps para "liberar", según palabras de Hemingway, "el bar del Ritz".
Shakespeare & Company, Sivia Beach. Ariel, 2008.
1 comentario:
No podía ser de otra forma: Hemingway liberando el bar :)
Me ha encantado, C.
Muchísimos besos
Y mimicos para Marcello.
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