10.2.09

Mundo caracol


A veces me sucede que no me pasa nada,
ni sangre ni saliva se mezcla en mis canutos;
la mente se me para y el beso se me enquista
y a siglos con pelusa me saben los minutos.
El río es un idiota, un terrible obediente,
el mar sigue llamándole como a un can hechizado
el mal esclavo húmedo se arrastra por los suelos;
-ya se me están quedando los pies fríos-

¡Qué voz triste el trapero!¿ Qué tiene por su saco?
El día se despeina, la Rufa está preñada,
la vaca de Pedrito me sigue haciendo señas,

a veces me sucede que no me pasa nada.

Gloria Fuertes

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cuando no sucede nada, nos pasa todo... y es bueno o es malo, pero pasa, como los ríos ...que van a dar a la mar.