Siempre hay que llevar al menos una muda cuando se va de viaje. Yo soy fatal haciendo maletas pero no se me dan tan mal las mudanzas. La última duró 72 largas horas. Pero al fin soy libre!!! Se acabaron las noches de cacería, el decubrimiento de nuevas especies urbanas o las riadas-monzón en la cocina, se acabaron los plomos acróbatas o pasar tres semanas como una amish viviendo a la luz de un farol.
Ahora tengo una casa más grande, ¡con habitaciones!, juego al escondite conmigo misma y elijo en que cajón guardar la ropa. He ordenado los bolsos por colores. Mi casa es blanca, aún huele a pintura, y no celebraremos elecciones. Y ahora que he descubierto que si la llave del gas está abierta va en el mismo sentido que el tubo del gas, no volveré a cerrarla creyendo abrirla y quedar triste y llorosa porque no sale agua caliente. Hay que cambiar de muda puntualmente, renovarse o morir dije otras veces. ¿ Y qué pasa con Marcello? Pues que no viene. Marcello no está en condiciones para viajar, está en Galicia, mar adentro... Ay.
2 comentarios:
Qué bueno esto que escribes, yo ahora estoy de muda dolorosa, en mi propia casa. Necesidad de moverlo todo, de renovar el paisaje para verme bonita, para verme. Si pudiera, movería las paredes para descubrir, con lo que hay, que no quiero más, esa casa latente que hay a lado y lado del pasillo.
Ay, ya tengo ganas de ordenar mis cosas, de expandirme, respirar hondo y estar bien.
Leer tu post me ha dado ganas de comprarme todos esos bolsos que no tengo para ordenarlos por colores...;)
un besote guapa*
Lo de mis bolsos es el resultado de años sin poder comprar nada más que complementos porque mi cuerpo ni se crea ni se destruye pero se "transforma" todo el tiempo.
Pronto organizamos algo en casa y te vienes a jugar en mi casa blanca.
Qué bueno que te pases por aquí, yo tb visito tu playa con asiduidad. Ánimo para tu mudanza interior, sé generosa contigo y abre toda las puertas y ventanas para que entre el aire y la luz!!
Besote supervitaminado para ti tb.
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