Ha llegado el calor, la extra, los días de playa y las ganas de vacaciones. Corte de pelo, gafas nuevas, ropa nueva, vida nueva. O al menos esa es la intención. Renovarse o morir. Renovarse como opción más original. Atrás dejo el resto. Aunque mi cuerpo no colabore. Aunque en las últimas semanas tenga la sospecha de que han comenzado a utilizar mi cuerpo para hacer el famoso trasvase. Sí, lo hacen por las noches, lo sé. Sólo así se explica el aspecto premamá que me regala mi cuerpo cada mañana. Como una Demi Moore cualquiera mi espejo me devuelve la famosa portada del Vanity Fair. Porque yo lo valgo, porque he descubierto maravillada que en lo referente al autoengaño "sky is the limit". Ay Charlize, Charlize, nunca seré como tú. Imposible entrar en casa desnundándome por el pasillo con esa cadencia mientras suena de fondo mi adorada Nina Simone. No intentes convencerme de lo contrario Charlize, las dos sabemos que yo tardaría una fracción de segundo en tropezarme con las cuentas del collar nada más lanzarlo contra el suelo... Y sin embargo, qué espectacular actitud para terminar una noche, para avanzar "full of glamour" hasta la cama. Y sin embargo, cuántas noches... Ay, Charlize. Ay.
2 comentarios:
Ay. Todo se andará. Tiempo al tiempo.
Charlize, Covavski, escríbeme un algo. Que te debes a los sufridores en casa que no pueden interactuar en la máquina de café.
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