8.3.11

La república del ombligo.

Increíble pero cierto. Después de 20 minutos al teléfono y de un par de semanas de gestiones infructuosas, nada como un comentario pasivo agresivo amenazando con tomar medidas legales para que la linea de teléfono y la conexión a internet hayan vuelto tan pronto he colgado el móvil. No es la primera vez que me pasa. Me pregunto si a día de hoy lo único efectivo es el chantaje o la amenaza. Qué pena. Resulta desolador. Constato cada día que a nadie le importa nadie. Todo el mundo sin excepción sólo mira por lo suyo. El ombliguismo es el signo de los tiempos. Pero ya no se trata de una práctica de unos pocos, se está convirtiendo en el único modo de vida posible. Así las cosas, ¿cómo es posible confiar en los demás, considerar lo sólido de nuestros lazos con los otros y tantas otras situaciones que tienen que ver con compartir, ceder espacios, regalarlos?
Dar a cambio de nada nos deja indefensos. Y el amor. Cómo conseguiremos amar y ser amados. Y si se trata tan solo de poseer a otro, que sea nuestro y solo a través de la codicia, defenderlo. Es eso el amor en el s.XXI? No lo creo. No quisiera tener que creerlo. En ese caso, me obligarían a tomar medidas. Y no me gustária llegar a ese punto. Verdad que no queremos eso?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ni hablar. Queremos que tengas conexión y que escribas a menudo en el blog...
Besos amistosos,
P.