20.7.09

Después de las fiestas


Y cuando todo el mundo se iba
y nos quedábamos los dos
entre vasos vacíos y ceniceros sucios,
qué hermoso era saber que estabas
ahí como un remanso,

sola conmigo al borde de la noche,
y que durabas, era más que el tiempo,
eras la que no se iba

porque una misma almohada
y una misma tibieza
iba a llamarnos otra vez
a despertar el nuevo día,
juntos, riendo, despeinados.



Salvo el crepúsculo, Julio Cortázar. Alfaguara 2009

3 comentarios:

c dijo...

oooooooooooohhhhhhhhhhhhhhhhhh....
qué bonito Covavski...............

Anónimo dijo...

Ay.
P.

grankabeza dijo...

me gusta la foto

:)