22.3.12
Invasión y victoria
No, esta vez no voy a esperar a que una chinche me muestre su documentación como ciudadana europea para tomar medidas. Esta mañana me levanté con una picada diminuta en la cara, en las piernas, en el pecho. Y aún no ha llegado el calor en serio. No. Voy a tirar la cama, el soporte, el cabecero aunque me duela perderlo. Voy a poner dos bombas mata chinches y me voy a ir de vacaciones a Madrid con Marcello. Le dejaré allí, solucionaré mis problemas logísticos y me lo traeran de vuelta en Sant Jordi. Ya está todo bajo control. Todo lo que puede estarlo, claro. Mi moral anda un poco por los suelo. Un respiro. Solo un respiro, por favor.
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