8.12.09

Diario de un gato nocturno

GAME OVER

Gracias a ti
he traspasado un arco de mordiscos en el pecho,
le he cogido manía al verbo avisar
y me he quedado huérfano de sueños.
Me dices que pruebe a ser rojo,
aprietas tu mano contra la mía
y me pides que crea en lo que palpita bajo tu piel.
Pero lo que tú no sabes,
de lo que tú no te das cuentas
- porque eres géminis-
es que creer en ti es vivir por y para ti,
oscilar en la cuerda del recuerdo de tu sonrisa,
siempre a punto de caerme.
Quererte a tu es tener la sangre fría del lagarto
e hibernar por fuerza si no me calienta el sol de tu boca.
La lava roja que dejaste escapar por todos mis rincones
se ha vuelto piedra gris, sangre seca
que no me calienta, que me quema.
Hasta que aquella tarde tiré la toalla y el sol se puso.
Aquella tarde no quedaban lágrimas que llorar,
saliva que malgastar contigo,
ganas de sonreirte,
fuerzas para pensar en ti.
Y la angustia... casi se me ha olvidado.
Expiré el aliento de mi tercera vida
que tú habías tirado tan jovialmente por el váter
tan jovialmente, sí, porque eres géminis,
y con él se agazapó el rojo.
Y con él se hizo de noche.
En el frío negro de mi desesperación sólo quedé
YO,
suspendido en el silencio
esperanzo, una vez desaparecido todo lo que fue mi mundo,
a ser nada, a ser abismo.

Javier Gato, Diario de un gato nocturno
Cangrejo Pistorelo ediciones.

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