23.9.11

Haz que pare, padre Karras

Necesito un exorcismo. Hacer que pare. Necesito que no exista, que desaparezca. Me muero, cada vez que lo nombran, me sangran las heridas. Dicen su nombre y huelo azufre. El Ministerio informa: si te aisla, si te amenaza, si te grita, si, básicamente, te hace sentir que no vales nada, que no mereces nada, entonces...
No son solo los actos, también las palabras dejan a un hombre sin atributos. Deberían privarle de su nombre. Seguiría existiendo pero menos, sería pero mutilado.
He dejado de desayunar con su fantasma. Me levanto y vivo en paz. Soy feliz. Incluso, tímidamente, empiezo a conectar mis sentimientos con el mundo.
Ya no me doy asco,
ya no pienso cada día que no merece la pena despertarse.
No me ahogo,
no lloro,
no me engaño.
Sonrío, escribo, no mato a las plantas, cuido al gato. Cuido a mi madre. Quiero a mi madre. Soy exigente, luchadora, inteligente. Soy guapa. Soy deseable. Soy una mujer hermosa, inteligente y guapa. Tengo por amigos a un ejército de superhéroes.
No merezco que lo nombren ni que exista. Necesito detener esta emo-rragia.

1 comentario:

c dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=TFtt3Tgw8VY