17.6.11

Horizonte de sucesos



Ayer se fue la luz en todo el edificio, sin razón aparente. Hasta los plomos permanecieron inmóviles sin entender nada. Odio las grandes metáforas. Estaba viendo un documental sobre agujeros negros. Supongo que aunque las odio lo mío es el croché de metáforas king-size.


El punto más extremo en un agujero negro recibe el nombre de "horizonte de sucesos". La ley de la relatividad supone que el punto más extremo estaría entonces más allá del horizonte de sucesos. Pero seguramente éso tambien es algo realtivo. En cualquier caso, se puede afirmar que un agujero negro funciona como una cascada: una vez que empezamos a caer por ella ni con toda la fuerza del mundo conseguiríamos remontar la corriente. Lo mismo le ocurre a las partículas de vida en un agujero negro, ni si quiera los más avezados salmonetes de materia podrían luchar contra la fuerza que los arrastra hasta el fondo. Si llegaramos al horizonte de sucesos sin descomponernos, a partir de ahí seguiríamos cayendo y ya no notaríamos nada. Resulta tentador. Sin embargo, pienso en el sentido que tiene todo esto para mí. La vida funciona así después de todo. Nos despeñamos hacia un horizonte de sucesos más que probables y a partir de ahí si conseguimos aguantar, solo cabe ir cayendo sin descanso y con un poco de suerte, sin notar nada.


Descubro también que la estrella que ocupa el centro de la via láctea recibe el nombre de "Secretarius". Suena a hechizo de Harry Potter y un poco a mala leche. Ya puestos por qué no llamarla "Monipenny". Pobre, seguro que se come todos los marrones interestelares de su galaxia. Como trabajar para Fomento pero a niveles astronómicos. Vaya mierda.


Y me despierta esta mañana el nervio de una muela que ha decidido irse por bulerías. He tomado todas las precauciones y después del cóctel de paraquenotetodo.com creo que soy radioactiva. De todas formas que importa, soy una superheroína. Sin embargo, confieso que me preocupa dejar que pase el tiempo con la esperanza de que las cosas se resuelvan por si mismas. Puede que para cuando me despierte, para cuando alguien me pregunte: "¿que has estado haciendo todo este tiempo" ya tenga noventa años y esté demasiado cerca del horizonte de sucesos. Sin retorno.

¿Dejaremos que lo arrastre todo el agujero negro que me nace en el pecho y que me come la vida?


Un tipo en la tele dice dándose la misma importancia que un vagabundo: "Lo que la gente quiere es ser feliz, amor y sentirse seguro". A la mierda la filosofía. Es eso. Felicidad, amor y sentirse seguro en la travesía individual o compartida hacia nuestro horizonte de sucesos.


La luz volvió 90 minutos después según lo estimado por FECSA-800-EnDesa. Supongo que hasta la luz necesita un descanso de vez en cuando.

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