¿ Trabajo en el edificio de la ONU?. ¿La Humanidad ha sido víctima de un virus zombie que ha dejado desiertas las oficinas? En mi edificio sobrevivimos apenas una decena frente a los ordenadores pero distinguir si mis compañeros se han mantenido ajenos a la infección resulta una tarea casi imposible. Tampoco me parece relevante. El tiempo se dilata bajo el sol de Figueras. Ya no es un secreto. La olímpica ciudad dormita y mengua bajo un calor sofocante. Qué más da la nueva condición de mis compañeros. Una nueva etapa ha comenzado...La realidad supera a la ficción. Hoy me he reincorporado al trabajo. Por supuesto, esta mañana a las 9:00h. no pensaba lo mismo. Se me había olvidado. He mirado con cara de desconcierto a Marcello. Él me ha mirado como si pensara, y si lo hiciera, como si estuviera a punto de recriminarme que él es sólo un gato. Pero me ha devuelto la misma expresión de sorpresa. Ahora que lo pienso hasta ha sido divertido. Y aquí estoy aunque bien podría no estar.
Ser, estar o parecer. Cuestión de matices.
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