Los gnocci a la parmesana, salir de casa a las 8:30 horas de la mañana y subir Muntaner arriba hasta la plaza de Francesc Macià. Comprar un café gigante y coger el tranvía. Esto no es Berlín es Barcelona. Compro la "B" por 30 minutos de puerta a puerta. A las 9:oo horas estoy en el trabajo. Me pregunto cuánto tiempo he perdido en la parada del autobús cada mañana. Me pregunto pero no me respondo, total pa' qué. Y comienzo el día pensando en rutas alternativas que estrenar en la temporada de otoño-invierno ´09. Sería genial si nevara en 2010. Podría viajar estas navidades. Ir a Paris en Octubre o Noviembre. Mayúsculos meses elegidos para hacer de mi vida un mundo mejor. Desvarios varios sola en la oficina, hoy no ha venido ni el Tato. El Tato se cogía la última quincena o eso parece. Y aquí estoy yo, aquí solita, pensando en Mí y comiéndome la cabecita. No lo soy pero parezco leyenda. Silencio en casa y en el edificio. Algo parecido al paraíso. Rutas alternativas, unos gnoccis bien blanditos, los pies en la silla, musiquita, una niña mona pero que esta sola, luces de colores, lo pasaré bien. Aquí me planté y en mi fiesta te colé, coca-cola para todos y algo de comer. ;)
1 comentario:
Me has recordado unas palabras de Enrique de Ofterdingen (Heinrich von Ofterdingen, en alemán), la novela iniciática de Novalis: "La vida, llena, ondea como un mar infinito".
La vie est (presque) belle, ma chère.
Besos,
P.
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