Esta semana me he mudado a mi habitación. Cama nueva, cabecero, luz, espacio. Marcello se acurruca en mis piernas o me rodea. Duermo otra vez, por fín, como una estrella de mar. La casa está patas arriba pero es una fase. Pronto estará lista para presentarse en sociedad.
En mi cama nueva se puede leer, despertarse con calma, pasar el día. La luz entra a través de las persianas de madera, veo la calle por el día y por la noche. Para mí la felicidad es algo muy parecido a esto.
2 comentarios:
Oh, yeah...
Qué ganas de ver las reformas, Covavski.
Besos muchos (desde el hemisferio sur en plena cuenta atrás)
g
La habitación ha queda increíble. La casa continúa progresando y yo tb. Mas ilusionada, más fuerte y con muchas ganas de teneros de vuelta.
BESOS GIGANTES
C.
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