
Ahora me gusta levantarme por las mañanas y durante las dos o tres horas antes de que ella se despierte aprovecho para leer o jugar o pintar o pensar. Después, cuando se levanta, empieza otra vida, tambien divertida, pero diferente. No siento rencor. Creo que uno tiene que vivir la vida que le toca vivir y aceptar lo que le toca, intentar incorporar lo que nos disgusta sin que nos haga infelices. Tampoco me veo en IBiza, desfasando. Quizá me hubiese apetecido unos días en una casita rural con piscina o en una playa tranquila, con buena compañía, horas de sueño y relax. Sin obligaciones ni responsabilidades. En vez de eso, he restaurado una mesita que encontré en la calle y tengo a Marcello enroscado en la nuca. Mientras tanto, mi madre cose una colcha para su próximo sobrino nieto mientras guarda reposo. Y esto tampoco está nada mal. :)
No hay comentarios:
Publicar un comentario