Me daba miedo abrir los ojos. Llorar no, llorar nunca. No se puede abrir los ojos y derramar lágrimas. Con los pies mojados uno sólo se pone a parir. Las almohadas tienen memoria. Lo sé por los trazos que dibujan mis pestañas cuando te echan de menos. Kanjis negros de mi pena negra. Pero esta mañana soñaba que mi padre no quería a mi madre, la engañaba con Otra y lo negaba. Otra vendía mis libros, indolente. Mi padre se moría. Mi hermano no era mi hermano. Mi hermano era otro y no me gustaba, pero no se moría. Los vecinos me asaltaban por la noche y me daban puñaladas con la venia de todos. Me quitaban mi casa y me arrancaban los libros. Intentaba dar pasos hacia adelante pero descubrí que mis pasos no tenían vuelta atrás. Quería llorar y no podía. Recuerdo que tenía amigos y me despedía de ellos. No sabía si esta vez podría lograrlo. Hoy quería llorar pero he abierto los ojos.
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