No hay quien pueda,
no hay quien pueda
con la gente marinera
(canción tradicional asturiana)
Detrás de cada puerta una fiesta sorpresa, un cumpleaños. Qué bien verte tan bien, hacía tiempo, cuántas ganas. Hagamos esto y aquello. ¿Qué tal sí...? Y hacer esto, aquello y sí, sí, SÍÍÍÍÍÍÍ... pero qué bien lo de más allá. Amago de tormenta but sunny days. Sólo una mañana de lágrimas de pura nostalgia porque no están y por qué no están y buaaaa, buaaa, quiero que estén y no estarán. Y luego más sol, y más risas y más cariños. Y una muela que decidida a fundirme voluntad y conciencia se neutraliza "malament" con un poco de aquí, otropoco de allá 600 mg. Ya en Barcelona, Marcello me recibe cariñoso y musical subiendo a la máxima potencia su ronroneo gatuno. Suena el teléfono, El Dr. Pizarro me espera mañana con el torno en su consulta y yo me siento la señorita Amapola, lindísima Amapola de El Cluedo con mi muela en un ay. Ay.