21.8.12

Persápolis

Podría ser peor. Podría ser un gato persa. Podría ser un gato persa híbrido de león y gato. Sí, sin duda eso sería peor con estas temperaturas. Estoy al cuidado de dos leones en miniatura y, con este calor, uno comprende que en la sabana africana no es que no haya nada que hacer, es que no hay quien pueda. Marcello y Greta, mis leones, se tiran en el suelo y aunque beben y beben y vuelven a beber, no hacen más que jadear. Claro que yo estoy más o menos igual y no tengo excusa. O sí. Una insana ola de calor asola nuestras costas y no hay quien duerma ni quien tenga ganas de despertarse. Si llueve, me mojo pero es que ahora, si me muevo, sudo. Me derrito como una mala cosa.
Como esto siga así, me aliño a lo bonzo y que me barbacoen sin contemplaciones. Yo, que he sido "trufada" desde mi más tierna infancia por mi progenitora, estoy considerada pura delikatessen caníbal. Quién sabe, a lo mejor hasta tengo un futuro en la cava de jamones de aquí abajo. Total, la cosa va de colgarse de un gancho y sudar hasta curarse.
MIentras me decido, rocío con agua a mis gatúmenos y me siento Shakira sudando litros en el escenario. Quien no se consuela es porque no quiere.

20.8.12

El patio de mi casa es particular

Poco a poco las persianas de mi patio van abriendo los ojos. Es verano y apenas parpadean. Casi todas las ventanas duermen. Sin embargo, aún permanecen abiertas pequeñas tramas vecinales. La niña de seis años que es pura energía y que desgasta la paciencia de sus padres; el señor Arrugas, un hombre mayor que vive solo y que también elige las tardes para sentarse en una silla en el balcón situado frente al de la niña, con una serenidad que solo los años hacen posible. De alguna ventana del fondo llegan aires de reggaeton, el más hórrido de los ritmos latinos, el único sonido capaz de viajar a una velocidad superior al resto, un sonido para ser escuchado sin excepción. Una música que de haber sabido que sería creada hubiese sido motivo suficiente para hundir la Pinta, la Niña y la Santamaría de un cañonazo. Afortunadamente, algunos días se escucha el piano de otros vecinos de la orilla izquierda del patio. Incluso he creído detectar a una cantante de ópera muy al fondo. Tendré que esperar a septiembre para que vuelvan todos a salir a escena. Mientras tanto, las turbinas de la cava de jamones siguen girando y, por las tardes, emana cierto olor a ibérico de lo más agradable (a veces, las cosas se vuelven mejores por eliminación). Es entonces cuando algunos vuelven de la playa y cuelgan toallas y bañadores en las cuerdas esperando a mañana. Después llegarán las cenas, la luz en los salones, algún intento de aplacar el calor agotando las palas de los ventiladores. Cuando todo fracase será el momento del sueño, del caer de persianas y pestañas, el momento en el que todos, poco a poco, iremos cerrando los ojos y las ventanas.
Disfruto de esta rutina.

Yo, robot



Cuatro intentos para dejar un comentario en el blog de S. Incapaz de acertar al interpretar el código que aparece bajo la frase "Demuestre que no es un robot". Conato de crisis existencial.
Yo, Robot. Tú, Jane.

19.8.12

New directions



Sí, ayer se produjo el avance definitivo: confundí el sábado con el domingo, un síntoma claro de estar de vacaciones. Me dedico a mí plenamente. Me obligo, me disciplino, me mejoro. Esto es serio y tengo que hacerlo bien. Fui al gimnasio y me dijeron que volviera en otro momento. Sin embargo, no fue algo personal, estaban revisando tarifas y arreglando la espectacular piscina de 25 metros en la que me zambulliré en septiembre. Me he rapado el pelo. Me he quitado la capa lateral y he renunciado definitivamente a mi fingida y pretendida blonde ambition. Estoy empezando de cero. Me queda camino pero he cambiado de dirección y las mejoras son sustanciales. Y sí, estoy entregada a decorar y reformar mi pisito, vivo con dos gatos que se pelan por mi cariño y con los que juego en la terraza por las tardes. Las convalecencias se dejan atrás con placeres sencillos. Mi bienestar pasa por aquí.

12.8.12

Mis musas


He encontrado a mis musas. Venga, Cova, tú puedes!!! Me quedan tres semanas para descansar. Wow! Vamos a por esa actitud!

7.8.12


Plantarse así, en medio de la acera respetable. Plantarse, asumir que no se puede más y derrumbarse dramáticamente primero, provocando a la autoridad después. Tengo la sensación de que se me han fundido los plomos. Creo que deberían haberme despedido y, que no lo hagan, me confunde. Me siento como un mal resto de serie, un retal de lo que soy. Agotada, naúfraga, destruida. No volvería. Necesitaba descansar antes incluso de llegar a este punto de inutilidad absoluta. Toca ruta de médicos, sol, descanso, algo de soledad y algo de amigos. Estrenar la terraza, qué ganas. Que llegue mi tumbona y quedarme dormida mientras escucho música los lunes, los martes, cualquier día al sol. Poco a poco volver a escribir en condiciones y atreverme a cambiar de profesión. Estoy agotada. QUedan cuatro semanas por delante. Quizá tenga una gran idea. NUnca se sabe.