En 20 días, Tarantino (mi dentista) reloaded. Maravilla. Así empezarán mis vacaciones. Está resultando un fin de curso psicotrópico, mezcla de ibuprofenos, índices onomásticos y jazz. Suena raro, lo sé. Echo de menos la estabilidad física y emocional. Bueno, quizá más la física. Soy terminal, tengo receta nueva para un año. Y yo me esfuerzo, lo prometo. Intento que todo sea mejor, que todo sea hermoso, agradable, sano, feliz, pero vivo en un costante videojuego, en un fuego cruzado entre cohetes de marcianitos y monzones de rectángulos. Sin embargo, confieso que soy feliz, y que a pesar de eso o precisamente por eso, estoy decidida a resignarme, aceptar que esto es lo que hay, lo que no va a dejar de pasar nunca. Porque no se pueden torcer railes con los brazos. Hemos ganado algunas batallas, conquistado colinas, alcanzado las ametralladoras. Ya podemos desmontar el fuego, dejar que cicatricen las heridas de metralla.
6.7.11
4.7.11
Vacaciones
Ya está todo en orden. Cuatro semanas de vacaciones. La primera, en Asturias. A golpe de Tarantino y torno fresador. Las siguientes en BCN a golpe de silencio, solei, casameva, amiguitos y Marcello. Quedan 3 semanas. Tan cerca, tan lejos.
Qué ganas de ver a mis superhéroes y poder concentrarme en ellos.
Besos a todos.
Qué ganas de ver a mis superhéroes y poder concentrarme en ellos.
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