29.4.09

Escribo en cautividad

cosas estúpidas o plagadas de fallos. Cometo errores. En la cama, me susurras algo, quizá maravilloso, espero que maravilloso, para esta historia inventada, cómo no, algo maravilloso, y un mechón de pelo se interpone entre nosotros. Y yo no entiendo nada pero te sonrío todo, o eso creo, te sonrío o eso creo a pesar del escorzo imposible con el que me entrego a mi sonrisa, maravillosa también, y toda para ti. Escribo en cautividad, donde no debo: por las mañanas entre sueños, por el día en el trabajo, ojalá, entre tus brazos. Pero mi escritura es furtiva, proscrita y lo que escribo se me cae de la boca, se me sale por las uñas, por las teclas. No pienso lo que escribo. Sigo el rítmo de la música que suena y que me aisla y me devuelve a mi laberinto (para que tú vengas a buscarme tirando del hilo) Escribo para cometer errores, para contarlos, para que se me noten. Escribo más que hablo, si es posible . Conozco un refugio para palabras huérfanas; palabras con erratas, con grafías desRAEpadas, torpes, infelices, solitarias, tristes. Palabras que, como yo, no tienen boca que llevarse a la boca. Ven pronto, ven a quebrarme los paréntesis, que me voy a comer los barrotes de tanto equivocarme.

26.4.09

Le voyeur

circa, 1950
Me besas. Para decirme adiós, me besas. Y una oscura esquina nos contempla. Sin decirme nada. Me besas. Y quisiera ser capaz de estar ahí para recibir tu beso y quisiera poder verlo de lejos. Si no hay nadie para verlo, acaso existe el beso? Podré olvidar el beso? Si no estoy ahí para sentirlo, podré sentir ese beso? Acaríciame la cara, abrázame, pellízcame incluso si lo crees necesario pero no me dejes sin el recuerdo de nuestro último beso esta noche en que, para decirme adiós, me besas mientras una oscura esquina nos contempla.

25.4.09

Un globo, dos globos, tres globos...


La Luna es un globo que se le escapó. No tenía nada que decir o no quería decir nada. Mejor callar. Si no dice nada quizá nadie se entere. Quizá no haya de que preocuparse. Parece que sólo queda sentarse a esperar a que, en cualquier momento, la historia se repita: un globo, dos globos, tres globos y también la luna puede saltar en mil pedazos. Y no quiere ni pensar en cómo sigue la canción. Quizá, sencillamente, se precipite hacia su fin o hacia el vacío.
En Méjico una epidemia ha hecho que las autoridades sanitarias no recomienden los abrazos, las muestras de cariño. A dónde vamos a parar. Sabe que ella es Bird, Charlie Parker, y nada sabe de administrar los silencios, de ser como Miles. Si fuera capaz de eso quizá no fuese capaz de sentirse tan sola y todo podría resolverse en un excueto y despreciativo: " So what". Pero ella sabe que en esta historia será la que se muera de un ataque de risa.
Y ahora solo piensa en el camino hasta la siguiente fiesta, en el camino hacia la siguiente sonrisa, en que ninguna de las cosas que hacen boom decida hacerlo esta noche, mientras calla, o lo intenta, o baila. Y puede que también deje que la besen aunque no esté preparada. Porque hay besos que abren puertas, que te arrancan de Oz, te devuelven a casa y otros que te alejan de ella, y no le parece mal, tener un plan B, un plan de huída que le aleje de todo lo que lleva su nombre.

16.4.09

12.4.09

Ni siquiera la lluvia


Con sólo mirarme me liberas,
aunque yo me haya cerrado como un puño
siempre abres
pétalo a pétalo mi ser,
como la primavera abre con un toque
diestro y misterioso su primera rosa.
Ignoro tu destreza para cerrar y abrir
pero, cierto es que algo me dice
que la voz de tus ojos es más profunda que todas las rosas.
Nadie, ni siquiera la lluvia, tiene manos tan pequeñas

E. E. Cummings

No murieron por amor

Ray Loriga

Ahora resulta que no murieron por amor, ni Silvia, ni Mariano José, ni Cessare. Ahora una gente muy lista ha descubierto por fin la verdadera causa de sus males. Plath era bipolar, a Larra le dolía España, a Pavesse dos neuronas le pusieron la zancadilla en Taormina. Al final uno no es dueño ni de las razones de su muerte. La tristeza es confusión, el mal de amores se puede reproducir químicamente en un laboratorio de Wisconsin, el universo da vueltas en Bélgica, debajo de la hierba.
Las pistolas no las cargaba el diablo, que no existe; a los hombres no les pueden las causas más nobles, sino una pequeña disfunción en el córtex. Al tobillo de Aquiles no le pasaba nada, Sansón no perdió el pelo sino la autoestima. Salomé no tenía nada mejor que poner en su bandeja. Noé odiaba a sus vástagos mucho antes de que empezaran a reírse de él. La enfermedad de la mujer de Lot no era la melancolía.
Los forenses son de verdad una gente prodigiosa porque, ante los pedazos de un dolor, se inventan un mero accidente. Por el mismo estrechísimo camino, los cronistas deportivos convierten una proeza en la justificación de un método. Dios salve a Maradona que sigue estando loco sin que nadie sepa exactamente por qué.
También puede ser que seamos precisamente lo que no aparece en las radiografías. Eso que decía Foster que se perdía en la traducción. O las manos tan pequeñas de E. E. Cummings, que, gracias a su tamaño diminuto, desafiaban a todas las lluvias.
Cuando Lawrence de Arabia se convierte en geopolítica, puede que de pronto el desierto ya no valga para nada.
Si me preguntan a mí, La javanesa de Gainsbourg es la mejor canción de la historia sin que nadie tenga ningún derecho a discutirlo, y por si fuera poco, en la habitación de al lado suena siempre Glenn Miller.
Los médicos de la muerte lo curan todo demasiado tarde, pero hay ejércitos que caminan por encima de los médicos de la muerte. El comandante Cohen sigue avanzando. Lo más hermoso de Dios es su misterio, pero eso ya lo sabe todo el mundo. Hablar de Dios es también una manera de ser presumido. Las margaritas siempre dicen no, digan lo que digan las margaritas.
Si morir no fuese tan fácil, vivir no tendría ninguna gracia. A veces, y a pesar de todo, nos regalan las joyas que no merecemos. El milagro de la vida debe ser éste. Los diamantes, por otro lado, no son el mejor amigo de una buena chica, y al menos mi corazón dont belong to Daddy.
TintÍn era homosexual y fascista; Hadock, y eso se veía venir, tenía un problema con la bebida. Milú se calla lo que sabe. Los superhéroes de la Marvel no son bobos en esquijama, sino la metáfora multicolor de algo muy, muy, muy complejo, por más que a los que hemos leído dos libros nos resulte muy, muy, muy aburrido.
Lo más asombroso de envejecer es que te cuenten tu propia vida dos veces. Todo el mundo opina. Se repiten las jugadas a cámara lenta como si la acción pudiese ser considerada. La acción ya no importa. Importa más esta manera de sentarnos alrededor de la cama de la princesa, como los siete mil enanitos.
Lo cierto es que la vida cuanto más la cuentan los que no han vivido, más asco da. Pero de alguna manera nos empeñamos en seguir viviendo. Tal vez porque aún recordamos el segundo en el que nada estaba aún escrito.
La más grande de las pasiones es la compasión, la única virtud es la paciencia. Todas las frases hermosas esconden pensamientos menores.
Kissinger es un asesino y ya está claro que hemos votado casi siempre al hombre equivocado. La historia, por otro lado, no es mejor que nosotros.
Y hasta es posible que a pesar de todo, y digan lo que digan los neurólogos y los santos, casi todos los que han muerto murieran por amor.
Y sin poder evitarlo.

10.4.09

Sálvese quien pueda



Puedo volver, puedo callar, puedo forzar la realidad.
Puedo doler, puedo arrasar, puedo sentir que no doy más.
Puedo escurrir, puedo pasar, puedo fingir que me da igual.
Puedo incidir, puedo escapar, puedo partirme y negociar la otra mitad.
Puedo romper, puedo olvidar, puedo comerme la ansiedad.
Puedo salir, puedo girar, puedo ser fácil de engañar.
Puedo joder, puedo encantar, puedo llamarte sin hablar.
Puedo vencer, puedo palmar, puedo saber que sin vosotros duele más.
Puede ser que mañana esconda mi voz por hacerlo a mi manera.
¡Hay tanto idiota ahí fuera!
Puede ser que haga de la rabia mi flor y con ella mi bandera.
¡Sálvese quien pueda!Puedo torcer, puedo lanzar, puedo perderme en la obviedad.
Puedo servir, puedo cansar, puedo saber que sin vosotros duele más.
Puede ser que mañana esconda mi voz por hacerlo a mi manera.
¡Hay tanto idiota ahí fuera!
Puede ser que haga de la rabia mi flor y con ella mi bandera.
¡Sálvese quien pueda!
Puedo torcer, lanzar, perderme en la obviedad.
Servir, cansar, saber que sin vosotros duele más.
Puede ser que mañana esconda mi voz por hacerlo a mi manera.
¡Hay tanto idiota ahí fuera!
Puede ser que haga de la rabia mi flor y con ella mi bandera.
¡Sálvese quien pueda!
¡Sálvese quien pueda!
¡Hay tanto idiota ahí fuera!

Abril Lluvioso

National Geografic

Oval attitude



9.4.09

9 de Abril: San Marcelo


On fire


Bufallo Bill y la calle Muntaner



Lo leo y no lo creo: " Búfalo Bill acampó en la calle Muntaner". Por lo visto, llegó hasta Barcelona y acampó en esta calle con unos 200 pieles rojas y cowboys con sus caballos. Su compañía de circo actuó en la ciudad entre diciembre de 1889 y enero de 1890 entre las calles París y Córcega. Sigo leyendo: " la compañía contaba con unos 1200 actores. El espectáculo se llamaba " El salvaje oeste de Bufallo Bill" y la entrada costaba una peseta. "

Lamentablemente, Toro Sentado, líder de los pieles rojas, no se encontraba entre los miembros de la compañía ya que había fallecido un año antes.

Pero ahí no queda la cosa en el apartado " Sabías que" de esta maravillosa revista local se apunta lo siguiente: " durante la estacia del circo en bcn, desaparecieron dos niñas en el barrio donde éstos se habían instalado y muchos de los vecinos culparon y acusaron a los indios de habérselas comido. Bufallo Bill tuvo que interceder y convencer a los vecinos de que los indios eran personas como ellos y no caníbales. Murieron también diez indios a causa del cólera o la gripe y fueron enterrados en el cementerio de Barcelona.

De repente, me invade una extraña sensación de orgullo local. Bufallo Bill en el meu barri. Poca broma.

8.4.09

Arrieritos somos...

El pasado domingo leí en El País un anuncio que decía: " Se busca piloto de helicópteros. Remuneración según experiencia". Confieso que sentí cierta frustración ( yo que de natural soy permeable a este tipo de sentimientos negativos) pero por unos instantes lamenté mi falta absoluta de conocimientos aéreos. Sin embargo, esta sensación no es nueva. Recuerdo cuando de pequeña mi madre me tuvo que explicar que para ser del FBI tenía no sólo que ser mayor sino que tenía que haber nacido en EE. UU. No obstante, hay que agradecerle que no mencionara que incluso con la nacionalidad adecuada no hubiese pasado las pruebas físicas. Sí, sií, cuando vi la primera parte de El silencio de los corderos todas las piezas del puzzle encajaron. Creo que la prueba que más me frena es esa del muro con la cuerda de nudos colgando. Incluso si llegara sin resuello hasta la tapia creo que me encontrarían colgando, abrazada a la cuerda cual monje enelnombredelarosa haciendo segundos.
Sin embargo, una que es de natural terca, topó contra muro similar años más tarde, cuando consideré que bien podría dirigir mis esfuerzos a una posible candidatura para el premio Pulitzer. Malditos yankis... mis sueños de gloria atrapados en un Guantánamo imaginario... otra vez.
Será la crisis la que me devuelve a estos recuerdos. Esta crisis pez globo que nos hincha la paciencia y las ganas de todo. Arrieritos somos...

7.4.09


Apollinare

Ayer, por fín, conseguí encontrar un ejemplar de Cartas a Lou. Y, a pesar de la insensatez que supone gastar dinero en los tiempos que corren, no pude resistirme. En días como estos me resulta harto más fácil establecer un diálogo con un libro y trazar planes de fuga a horas intempestivas, que concentrarme en hablar con los seres humanos que me rodean.
Me sorprende en estas cartas de amor lo explícito de algunas entradas. Apollinare, el magnífico, diciéndole a su amada que " no haga manita" antes de que le concedan un permiso y vaya a visitarla, refiriéndose a que no se masturbe para que conserve todo su deseo para él. Se dibuja como un ser masculino que conserva esa dureza dominadora más allá de que, en ocasiones, roce el ridículo en sus envíos de amor. Órdenes precisas que son enviadas a su amadérrima Lou para que organice sus dias de permiso ( ella que nunca estuvo totalmente enamorada de él).
Sin embargo, el libro merece la pena. Es curiosa esta intimidad más propia de una correspondencia real e imperfecta que de una exhibición literaria. No me arrepiento de la compra. Sin embargo, he hojeado tan solo la poesía de Faulkner ( Bartleby) y como su propio autor confesó en más de una ocasión, no destaca por su maestría. Tiempo al tiempo. A veces, un libro necesita dormir en la estantería antes de que nos acerquemos a él. Y yo ahora estoy revuelta, jodida y triste. Sin lirísmo alguno. Me despespera esta sensación de bucle, me aburre profundamente este masdelomismo. Y no me apetece luchar más contracorriente. Que inviten a todo mis circustancias. Resisto pero imposible sin medicaciones varias y sin paciencia y sin esta pertinaz fe en que algún día, finalmente, se hará justicia y vendrá lo bueno para quedarse. Qué cosas.

A quien los dioses destruyen de Ruth Padel


"A quien un dios quiere destruir antes lo enloquece".
La tesis de la autora: "la locura no es una simple enfermedad, es la forma en que los dioses se relacionan con los humanos cuando quieren comunicarles algo; pero sobre todo cuando los hombres cometen algún tipo de impiedad y deben ser destruidos. Sólo entonces entendemos que la locura no es un estado permanente, sino una vivencia que delata la presencia de potencias que rigen nuestras vidas."
A veces, me da la sensación de que alguien ya ha considerado todas las posibles vías de escape. No way out, I guess. Lástima.