29.10.08

Mudanza. Cuaderno de bitácora, 29/10/08

21:48h. Comienza a hacer frío. Hace unas horas perdí unas zapatillas que había llevado puestas todo el día. Creo que las he embalado en un descuido. Estoy confusa. Después de 12 horas sin parar de hacer cajas, el agotamiento empieza a hacer mella en mi psique ya de por sí frágil.
Mañana a las 9:00h. llegará un camión con una capacidad de 10m cúbicos. Temo no sea suficiente. Inspirada por G. ( gracias, no tengo palabras) he comprado cuatro bolsas de plástico tamaño XXL cuyo dibujo immita un regio tex al más puro estilo príncipe de Gales. Ya he llenado 3 y 2 maletas.

Algunas cosas que he descubierto sobre mí misma:

- La importancia del sueño: tengo aproximadamente 20 almohadas y cojines.

- Ímelda Marcos era una mojigata a mi lado. Cantidades ingentes de zapatos y bolsos. Es posible que tenga todos los gadgets que han regalado las revistas femeninas en los últimos tres años.

- En otra vida seré frutera. Cuando un frutero se muda no tiene que guardar cajas y cajas de fruta. Un frutero no se lleva la fruta a casa. He contado 20 cajas de libros...

Calentaría algo para cenar pero un amigo se ha llevado el microondas. Y sin embargo, no me vendré abajo. Ahora sé que me espera una más que prometedora carrera como decoradora de submarinos o campeona mundial de Tetrix y si no moriré en el intento. Que no se diga.

Ay.

27.10.08

Ya sólo habla de amor


" Y por qué no morir, finalmente, amando. ¿ Hay mejor ocupación? ¿ Existe acaso una manera mejor de pasar el tiempo, de recorrer ciudades, de darle su sentido a cada plato de sopa? ¿ Por qué no hablar todo el tiempo de amor y de nada más? ¿ Con qué corazón iba a querer sino con el suyo? "
Ray Loriga

Miscelánea

Cuando uno ha visto Viven, coincidir en un avión con un equipo de rugby chileno resulta, cuanto menos, inquietante. Eso fue, precisamente, lo que me ocurrió ayer de regreso delabodademiprimaehhhhhhh... Macarena! o Lola que así es como prefiere que la llamen. "No me llames Dolores llámame Lola", dice ella, como en la copla. Estaba tan bonita y tan feliz.

Han sido días agotadores de cacerías nocturnas en casa -porque ahora lo sé: alguien juega a Jumanji en mi salón-, y búsqueda de piso, hasta el jueves, cuando finalmente encontré una casa más grande en el centro a que compartiré con mi madre, que la vida son dos días y se viene a Barcelona. Y luego ya veremos... Así que esta semana toca mudanza. El delirio. Yo que casi no siento hoy mi cuerpo de...bueno, iba a decir de cintura para abajo pero bien podría empezar desde los hombros. Mi reino por un masaje y unos mimos. Ay.
Pues eso, con el cuerpo para desmontarlo a rosca y dejarlo descansando por partes sobre una sábana como un coche que pasara la ITV. Están bien los tacones pero se hicieron para tener chófer y doncella que te los quite y te los ponga, sobre todo a partir de los 10 cm de tacón. Yo iba con la esperanza de despeñarme entre tanto médico, ser rescatada por un fornido traumatólogo asturiano pero nada de nada. Tanta gente perfecta y yo allí, mirando, envidiando la felicidad de todos y soñando con conquistar la mia propia. Pero para que engañarnos, pese al esfuerzo realizado, después de repartir sonrisas como Obama papeletas, el único contacto físico que tuve este fin de semana fue con la poli que me cacheo en el aeropuerto antes de embarcar con los chilenos. Un sueño. Maldita verticalidad que a galeras me condenas.

Y así están las cosas unas moradas y otras rosas,
quien la sigue la consigue y quien no llora no mama.
Hoy no me tocó el millón en la máquina del bar y
lo volveré a intentar te lo juro calamar.

Ay.

14.10.08

Los mezquinos


" Como acontece a menudo, el constante roce con mentes mezquinas
acaba con las buenas resoluciones de los más generosos"

H. Melville, Bartleby

Sí, es cierto, el roce constante con la mezquindad le quita a uno las ganas de ser generoso, de tener paciencia, de cuestionar lo evidente y le empuja a pensar que quizá sea él, nosotros, los mezquinos o los egoístas. Ellos y sus cerebros privados de oxígeno no son ni tan siquiera capaces de trazar estrategias conjuntas. Y sin embargo, es curioso cómo ante una situación de peligro se les puede ver establecer cancerígenas complicidades en un tiempo récord. La mezquindad de los mezquinos es pura metástasis, daña la primera célula sana de la cadena de la generosidad y, si no se reacciona a tiempo, se corre el riesgo de ser invadido sin remedio. Nos contagian su necia sintáxis, alteran nuestros paradigmas y nos crean la ilusión de que necesitamos incorporar significantes que en realidad nunca antes tuvieron cabida en nuestro mundo. Enfrentados a ellos somos aquellos locos de principios de siglo a los que se sometía a insoportables sesiones de electroshock con la esperanza vana y torpe de modelar su carácter. Los generosos molestan, son la gangrena de los mezquinos. Y hay que exterminarlos, hay que anegarlos de mezquindad, dejarlos secarse tras el cristal de una oficina tan sólo porque, con buen juicio, ellos han decididio no abrumar con su realidad a los titulares de tanta miseria. Necesitamos hombres y mujeres espejo, generosos practicantes y organizados que empiecen a devolver lo que se les arroja. Servicios de limpieza. Hasta cuando durará esta situación. Y cómo huir cuando no quedan islas para naufragar, que decía la canción. Pues eso.


Ay.

10.10.08

Buffy nights


Otra noche de cacería. Empiezo a estar más que harta de mi última plaga casera. Pronto me mudaré. Qué dura es la vida de la cazadora. Ay.

7.10.08

Nadie es Auster

Verano de 2008. Vila-Matas viaja NY con motivo de un encuentro con Paul Auster que organiza el Instituto Cervantes. Eduardo Lago, en calidad de director de dicha institución, modera el encuentro. Vila-Matas no habla inglés. Paul Auster no habla español. Se acuerda hablar en francés. Allí ambos escritores se conocen y hablan de como la crítica, en ocasiones, ve similitudes entre el estilo de ambos. Vila-Matas escribe después No soy Auster, un breve relato que recoge un encuentro en el que ambos concluyen no ser el otro. Eduardo Lago escribe en esa época su libro El ladrón de mapas, libro que Vila-Matas termina de leer en su viaje de vuelta de NY. Meses después ya en Barcelona, Auster visita la ciudad y cita a Vila-Matas para comer con él. Vila-Matas conocedor de la visita de Eduardo Lago a la ciudad para promocionar la publicación del manuscrito que leyera en aquel viaje de vuelta, llama a éste para pedirle que se sume a la comida. Vila-Matas confiesa que aunque Auster y él son amigos a pesar de haber hablado de pocas cosas, teme que su cita con el americano se parezca a una cita de amantes, máxime cuando el único idioma posible será el francés, máxime cuando la conversación se vería poblada, pasados unos minutos, de una sucesión de interminables e incómodos silencios. Eduardo Lago, Vila-Matas y Auster se citan para comer. Todo parece trancurrir bien hasta el momento en que un austero Auster denuncia no tener en sus manos un ejemplar de un libro del que le han hablado y que tiene como título Yo no soy ni quiero ser Auster, o algo así. Vila-Matas afirma que el verdadero título es No soy Auster, y que así el título no es posible la ofensa. Risas.
Hoy en Barcelona Vila-Matas presenta el libro de Eduardo Lago y comienza su intervención confensando que no ha preparado nada y que por tanto, todo lo que siga a continuación será pura improvisación...y lo anterior... también. Vila-Matas no es Auster. Eduardo Lago pese a parecer su versión contrahecha no es Induraín y tampoco es Auster. Vila-Matas y Lago comienzan un juego genial de preguntas y respuestas que bien podría haberse dado en la sala de un frenopático entre dos internos que intercambiasen piojos mientras hablan. Y desde ahí al delirio y todos volando sobre el nido del cuco. Y el cuco tampoco es Auster. Vila-Matas pregunta ¿ Por qué siempre te dicen que tus novelas son literarias? y una risa traviesa dibuja su ironía. Arroja el guante ante el editor de Lago de modo impecable. Y comienza el juego. Lago se pierde en un sin fín de anécdotas a cada cual más noble, cómica, sana, natural. Lago es un escritor que escribe porque le sale de dentro. Confiesa que no hay nada malo en ser un escritor malo con éxito, como el mismo John Grisham le confesó de si mismo en una entrevista. El problema, sostiene, son aquellos que son malos, venden, pero les da miedo reconocerse malos escritores porque para ellos, reconocer eso sería reconocer que están solos.
Hablan de Joyce. Vila-Matas sostiene que la primera vez que leyó el Ulises... no entendió nada. Pero la segunda vez... tampoco. Y la vez que estuvo en Dublin, situado en el lugar donde se localiza la primera escena de la primera página, comprendió la primera página sí, pero el resto continuó siendo un enigma. La literatura cambió después de Joyce? Es posible, afirma Lago. Sostiene que Joyce abandonaba el argumento para cantar sobre él, disfrutaba sobre el texto, rompía las reglas. Y eso está bien. Sí, la literatura cambio después de Joyce para todos, incluso para los que nunca leyeron o leímos a Joyce y también para aquellos que habiéndolo leído no entendieron nada. Los efectos secundarios de la literatura son imprevisibles. Y ahí la magia. Los críticos atribuyen a los autores claras influencias de otros autores que nunca leyeron. Y quizá sea posible. Todo es posible en literatura. Y por eso los libros. Amamos los libros porque existen como amamos hasta la muerte a los nuestros por la misma razón. La existencia de los otros, de ese otro que no somos nosotros ni Auster, nos reconcilia con el mundo. Auster no es Vila-Matas, ni Eduardo Lago. Nadie es Auster. Seguramente, el propio Auster se ha acosado más de una noche, en más de un hotel, agotado después de un mal día, planteándose si el mismo es quien dice ser. Ay.

2.10.08

Borderline

Si Gutemberg levantara la cabeza... después de haber echado un sueñecito sobre su imprenta, si iluminado por una visión onírica hubiera contemplado la posibilidad de comunicar datos de imprenta a imprenta y hacer que los difentes tipos fluyeran sobre sus paneles; si Gutemberg, insisto, ese inventor visionario, hubiese tenido que solicitar una conexión a internet, quizá, qué digo quizá, con toda seguridad, dispondría de la misma tarifa plana, qué digo plana, un canalón, como desde el que yo ahora intento escribiros a vosotros, mis queridos voyeurs, lectores todos.

Hoy, soy una víctima más de la batalla feroz que libran en las fronteras de la sinrazón las grandes compañías de telefonía. Yo, que era feliz en mi matrimonio aunque mi marido fuera el mismo demonio, fui seducida por ese mediocre sin escrúpulos que es Telefónica. Sus labios me hablaron de velocidades desconocidas para mí, me surrurraron cálidos paraísos inalámbricos, lúbricos reuters wifi y otras delicias que prometían hacer de mi comunicación virtual el goce infinito, el delirio cibernauta en-red-ada en un climax de fibra óptica nunca antes imaginado por mí.

Sí, lo reconozco, cedí. Pero supe reaccionar a tiempo y cancelé la oferta y con ella renuncié a las mieles que prometía su servicio. Avergonzada, se lo hice saber a Orange, mostrando mi arrepentimiento y volví a ser acogida en su seno... o eso creí. Las infidelidades nunca se olvidan y rara vez se perdonan ya sean de palabra, obra u omisión. Ahora lo sé.

Al llegar a casa, esta tarde, no tenía conexión. Orange me había repudiado y Telefónica nada quería saber de mí. Mis lamentos, mis súplicas, mis quejas se han elevado hasta los mismísimos oídos del mismo Zeus, las sirenas que encantaran a Ulises han sido despedidas ipso facto al oír el dolor de mis cantos. Y ahora sí, ahora ya tengo línea, y gratis, y volveré a tener adsl pero he aquí mi penitencia: una tarifa plana de 1 mega durante 15-30 días. 1 mega. La duquesa de Alba se mueve más deprisa. Las mareas suben y bajan más deprisa. Las imágenes se cargan como si fueran pintadas al óleo por Velázquez, Giotto o Carabaggio!!!

Nada sabeís. Vosotros, para los que las tarifas planas son solo un recuerdo borroso en vuestras mentes. Vosotros, callad. Leed mientras escribo ( que da tiempo) y no me llaméis porque no dispongo de línea para todo. Entono el "Ay" más profundo de mis "ayes" para lamentar tamaña felonía. Condenada a galeras en la red como me encuentro poco o nada me resta ya por decir que, para colgar este post, tendré que pedir un madero como el que pedía Serrat con la saeta al cantar a Jesús, el Nazareno.

Ay.

"If you don't buy this magazine we will kill this dog."



Lo confieso: harta de Clamoxil e ibuprofeno ayer fui poseída por el espíritu de Umbral (cielos! eso es posible!) y entoné un canto curvo, oblongo, para enfrentar con soberbia el forcejeo entre mi ropa y mis contornos. Inicio la transición hacia un clima más lírico donde abandonarme a la melancolía y el goce estético. Sí, es exactamente lo que parece, hay poco que contar, viento racheado, nubosidad variable. Controlo el timón pero doy bandazos. Lo que cuenta es seguir navegando y abrazarse a la certeza de que no estoy sola. Dog days. Dias de perros. "If you don't buy this magazine we will kill this dog."

1.10.08

Elogio del culo


Fellini y su musa. A la vista está la cara y la cruz de una misma mujer. La realidad objetiva y la realidad a los ojos del hombre que la amaba. Hoy, que he sido consciente de la más que evidente expansión de mis contornos en los últimos meses, decido usar éste comodín para hacer un elogío de la línea curva, del culo, de las caderas malecón y los pechos refugio donde naufragar o morir. Hoy elijo y elogio el culo como recurso inspiracional, el escote como vanguardia, como defensa. Y le hago sitio a John Kacere, pintor que desde ya recomiendo, ideal para los fans de lo excesivo, lo rotundo, lo absoluto. Y para muestra un botón. Bueno...un bottom. ;)